La polarización que muchos presagiaban se derrumbó apenas comenzó el debate en LA GACETA. Lejos de asistir a un mano a mano entre Osvaldo Jaldo (Frente de Todos) y Roberto Sánchez (Juntos por el Cambio), en el estudio se vio al postulante radical bajo asedio del candidato de Fuerza Republicana, Ricardo Bussi, principalmente.

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Tan marcadas quedaron expuestas las estrategias para el sprint final de la campaña, que el concepcionense lo puso en palabras casi al final del programa. “En este debate fui atacado por Bussi y por Federico Masso (Libres del Sur). Ahí nos damos cuenta qué funcionales son al Gobierno de la provincia”, dijo a modo de rezongo el diputado.

En efecto, los ataques de los cuatro postulantes opositores (el restante fue Martín Correa, del Frente de Izquierda) no se centraron en el representante del oficialismo, sino directamente en el referente de Juntos por el Cambio. Llamativamente, el vicegobernador transitó el programa con tranquilidad, pese a que en los papeles quien representa al Gobierno, más si se computan los años alperovichistas, de los que fue parte, suele ser el blanco de las mayores críticas.

El cuarto debate de "Panorama Tucumano" tuvo esa particularidad. Pero también otras, como la coincidencia entre los cinco contendientes respecto de que el combate contra la droga debe ser un eje central de la próxima gestión de Gobierno. O el “pacto” que hicieron previamente para que los minutos de debate libre, que habitualmente suelen despertar mayor atención de la audiencia por el desorden, la espontaneidad y los gritos, tuviera cierto orden y, fundamentalmente, civilidad. La saludable decisión le quitó tensión al debate, pero permitió que se oyeran con mayor claridad las propuestas de gestión.

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Así, por ejemplo, se escuchó con claridad un compromiso de Jaldo que tomó por sorpresa a la mesa de oficialistas en la redacción, encabezada por el gobernador Juan Manzur. Al momento de hablar sobre la reforma de la Constitución, el tranqueño coincidió con los opositores en que el sistema electoral de acoples cumplió su ciclo. “No tenemos problemas en sacar los acoples, con acople o sin acople vamos a volver a ganar las elecciones”, desafió el candidato oficialista. Horas antes, en el Arzobispado, había firmado también un acta que incluye un pedido de cambios en el régimen electoral de Tucumán.

Incomodidad

La rivalidad que no fue entre Jaldo y Sánchez sí se dio, por tramos, entre Jaldo y Bussi. Un esfuerzo por romper la polarización entre las dos principales alianzas que sacó de escena al radical y que, a lo largo del programa, exhibió esa incomodidad.

En la redacción, incluso, esa tensión signó la mesa de los referentes de JxC. Sebastián Murga (CREO), Beatriz Ávila (Partido por la Justicia Social) y Silvia Elías de Pérez (UCR), sentados al lado, dialogaron sólo lo necesario y de a ratos pudieron dejar de lado los rostros adustos. En una punta de ese mesón, los cuatro intendentes del espacio; Germán Alfaro (Capital), Alejandro Molinuevo (Concepción), Mariano Campero (Yerba Buena) y Sebastián Salazar (Bella Vista) se mostraron más entretenidos con la charla conjunta que mantuvieron que con las alternativas del debate.

El calor que faltó en el estudio de LA GACETA lo pusieron en la peatonal los militantes de Libres del Sur, de JxC y del FdT. Durante casi tres horas, vitorearon a sus postulantes y contaron contra sus rivales como en un partido de fútbol. El cierre del programa fue idéntico al inicio: una tregua forzada que contuvo a los contendientes encorsetados: se estrecharon las manos y felicitaron y luego fueron directo al encuentro de sus acompañantes, para recibir los abrazos y las felicitaciones de rigor.